jueves, 25 de abril

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Estreno en Royal City

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Ahora o nunca ()

Director: María Ripoll

Intérpretes: Dani Rovira, María Valverde, Clara Lago, Alicia Rubio, Marcel Borràs, Jordi Sánchez, Víctor Sevilla, Yolanda Ramos, Gracia Olayo, Melody, Carlos Cuevas, Joaquín Núñez, Anna Gras

Sinopsis: Eva y Alex son una pareja que, tras años de noviazgo, decide casarse en el lugar en el que se enamoraron, un pequeño pueblecito de la campiña inglesa, pero una huelga de controladores impide que el novio y los invitados se reúnan con la novia y su séquito.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 2 estrellas

AHORA O NUNCA es el título de una discreta comedia norteamericana de corte humanista protagonizada por esos dos monstruos interpretativos que son Morgan Freeman y Jack Nicholson, estrenada en España hace algo más de siete años. Es también el epígrafe de la segunda salida a la gran pantalla del muy divertido cómico malagueño Dani Rovira, popular a raíz del éxito descomunal de su primera aparición con OCHO APELLIDOS VASCOS. Y esta, tengo que reconocerlo, aparte de un desbordante fenómeno coyuntural, contenía méritos entre  sus entretelas cinematográficas.

Eso lo constata aún más el visionado de ésta que aquí me ocupa, sirve para valorar el más que respetable trabajo llevado a cabo en aquélla por Emilio Martínez Lázaro. Y no es que el trabajo de la catalana María Ripoll, en el que constituye su sexto largometraje y tras haber estrenado el año pasado el anterior, el pasable RASTOS DE SÁNDALO, resulte en este del todo rechazable o inmundo, ni mucho menos, pero hay unos cuantos kilómetros de calidad de diferencia entre uno y otro. En todo caso, el que la eligieran para dirigirla, pues no acude a excesivos recursos zafios y muestra cierta solvencia.

Sí tira, en cambio –la tentación es la tentación- a una tradición de comedia hispana –existe otra magnífica, conste en acta- chata, que hace alarde de costumbrismo rancio, de chabacanería, de caspa y de humor garbancero. A veces traspasa la línea y cae en ello, pero su apuesta por un humor algo más blanco es digna de loa.

La lástima es que al final se acaben imponiendo los clichés, tanto los patrios, como los referidos hacia el de la ciudadanía –ingleses, holandeses- de otros países del continente. Cae en gracietas facilonas y arquetipos con bastante frecuencia. De arquetipos también tiraba OCHO APELLIDOS… pero era capaz finalmente de remontarlos gracias a una puesta en escena de considerable precisión, sobria y ocurrente. El que esto continúe teniendo cierta vigencia –no confundirlo con señas de identidad propias- me causa decepción, no puedo negarlo.

Ambas cuentan con un nexo común, el citado Rovira. Debo confesarles, ya lo hice en su momento, que es un actor que me provoca a menudo simpatía. Tiene swing, ángel, gracia, denomínenlo como quieran. Ya saben que la última se tiene o no se tiene, o mejor aún, nos cae alguien así o no. Así de sencillo y de poco científico.

Admito que durante su visionado hubo dos o tres golpetazos en los que me fluyó fácil la carcajada, uno de ellos a propósito de una descarga eléctrica que le aplican en un vuelo, otro debido al resacón tras una ingesta de alucinógenos en forma de pastelito, una especie de coffee shops.

Le secunda un reparto competente pero que tira en muchas ocasiones de exceso, de gesticulación, de caricatura. Ya supongo que esa habrá sido la intención de sus creadores, pero también para esto hay que tener cierto sentido del “timing” y de la medida… por mucho que lo que se esté contando responda al tono bufo. Les pongo dos ejemplos inmejorables y sublimes de lo que quiero decir: CON FALDAS Y A LO LOCO y EL GUATEQUE.

En cualquier caso, Ripoll aporta un relativo toque de “glamour” ocasional que le otorga un barniz no del todo desdeñable.

Destacar a la siempre chispeante Yolanda Ramos, una comedianta en la mejor tradición hispana o el siempre eficaz y rotundo –también malagueño, menuda cantera la de la provincia/ciudad andaluza- Joaquín Nuñez, inolvidable policía –recompensado con un Goya al mejor actor revelación- de aquél eléctrico GRUPO 7 o el abogado adicto al sexo y las drogas en la divertida ¿QUIÉN MATÓ A BAMBI?.

Sinceramente, me parece flojita, pero seguramente contará con un buen número de adeptos autóctonos… y por favor, no se lea esto con actitud desdeñosa por mi parte, pues los gustos artísticos considero que son personales e intransferibles… y no tienen porqué juzgar a las personas.

José Luis Vázquez