viernes, 29 de marzo

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Estreno en Royal City

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Jurassic world ()

Director: Colin Trevorrow

Intérpretes: Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, Omar Sy, Jake Johnson, Vincent D'Onofrio, Judy Greer, Ty Simpkins, BD Wong, Nick Robinson, Irrfan Khan, Katie McGrath, Lauren Lapkus

Sinopsis: Nueva entrega de la saga iniciada por Steven Spielberg. Veintidós años después de lo ocurrido en Jurassic Park, la isla Nublar ha sido transformada en un parque temático, Jurassic Wold, con versiones «domesticadas» de algunos de los dinosaurios más conocidos. Cuando todo parece ir a la perfección y ser el negocio del siglo, un nuevo dinosaurio de especie todavía desconocida y que es mucho más inteligente de lo que se pensaba, comienza a causar estragos entre los habitantes del Parque.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 3 estrellas

Ese inicio socarrón tras los títulos de crédito, emparentando la planta del pie de un dinosaurio con el de un pajarito, da una buena medida del tono irónico a la vez que respetuoso con la tradición Amblin, empleado por su director, el emergente Colin Trevorrow, que tan solo con dos trabajos en la mochila, éste y su opera prima de hace tan solo cuatro años, SEGURIDAD NO GARANTIZADA, parece ser consciente que se le ha contratado hasta la fecha para ejercicios de clonación que no le impiden mostrar estilo propio.

De su buen hacer, efectos especiales aparte, proceden una buena parte de las varias cualidades de esta cuarta entrega de la más que notable saga jurásica. Como se ha apuntado certeramente por parte de algún colega, consigue reescribir la letra y el espíritu de la misma. Rinde merecido homenaje al original, visitando los rescoldos del rodaje inicial, e inclusive reflexiona en su extenso prólogo sobre el ayer y el hoy, sobre el cambio de los tiempos. Lo que antes era un sueño obra de visionario se ha convertido en un negocio de especuladores sin aparentemente límites, en algo aún más grandilocuente.

Tomorrow exhibe destreza al filmar una acción de manera competente y clarificadora, sin ampararse en oscuras fotografías o montajes embarullados que impiden que distingamos lo mostrado en pantalla. Y, además, hace gala de sentido del humor, algo que por supuesto ya venía de guión, como la escena inicial antes mencionada, ese beso esquivado a alguien que confunde trabajo con algo más o esa camiseta que entreluce un aficionado al título que originó todo.

Pero no descuida lo fundamental, el ser una entretenida cintas de aventuras fantásticas apta para todos los públicos, a la que se vuelve a añadir considerables dosis de horror y violencia. Tal como fue también aquélla fundacional salida a escena del gran Spielberg.

Es un trabajo a tono con una franquicia que ha deparado muy buenos momentos, incluyendo varios proporcionados en la denostada y dinámica tercera entrega dirigida por Joe Johnston. Sin duda, es un buen espectáculo que trata dignamente al espectador. Momentos como el ataque de las aves, digno del mismísimo Hitchcock de LOS PÁJAROS resulta de gran nivel. Y todo lo alusivo a los monstruitos vuelve a mostrar una saludable aparatosidad. De justicia es destacar la labor del supervisor de efectos visuales, Tim Alexander.

Igualmente valorable es la banda sonora, los preceptivos arreglos de un compositor que se está haciendo un sitio muy importante en el panorama actual, Michel Giacchino.

Sin embargo, pese a todas estas cualidades expuestas, no me acaba de arrebatar precisamente. Supongo que la razón principal procede de su argumento, de su guión, de la sobresaturación, del más de lo mismo sin ningún gran aporte original. También que su sentido del suspense bebe en exceso de patrones ya creados, carece de la garra proporcionado por aquella producción de hace casi un cuarto de siglo y que tanto nos sorprendió a algunos, hasta el punto de que por momentos llegó a parecerme más una película de terror que de cualquier otro género.

En fin, quienes deseen asistir a una mega producción con más acción y monstruos cada vez más grandes (el Indominus Rex resulta todo un hallazgo), no creo que vayan a salir defraudados. Son tiempos de megalomanía y diversión fútil. O será que me estoy haciendo mayor.

 

José Luis Vázquez