viernes, 19 de abril

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Estreno en Royal City

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El amor está en el aire ()

Director: Alexandre Castagnetii

Intérpretes: Ludivine Sagnier, Nicolas Bedos, Jonathan Cohen, Arnaud Ducret, Brigitte Catillon

Sinopsis: Cuando Julie regresa desde Nueva York a París para casarse, en el avión le toca sentarse al lado de su ex Antoine, el atractivo playboy al que tanto quiso tres años antes. Durante las siete horas de vuelo con las que él cuenta para reconquistarla, ella intentará no caer en sus redes.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 3 estrellas

Pese a los casi dos años de retraso con los que se estrenó en España, no confundir en cualquier caso con la opera prima del inefable Baz Luhrmann (MOULIN ROUGE, EL GRAN GATSBY) que filmara en 1992 en su Australia natal, acerca de los bailes de salón.

Esta otra es gala y es una comedia romántica casi en toda regla y con abundantes tópicos, aunque en  algún momento parezca que trate de salirse de la horma… pero  sin lograr nunca evitar cauces predeterminados.

Sin grandes aspavientos, consigue su cometido de distraer, de hacer pasar el rato. Lo que me resulta incomprensible es que para su confección hayan tenido que intervenir nada menos que seis guionistas, entre ellos el guapete protagonista masculino, Lucas Bedos. Supongo que cada uno habrá aportado de su cosecha, que no se habrá concentrado solo en uno vaya, una frase pretendidamente graciosilla o “ingeniosa”. En este aspecto, la cosa se que queda más bien a medias.

En cambio, en lo que sí se apoya con buen saldo es en un par de factores consustanciales al género tal y como se contempla en el país vecino, sobre todos en los últimos tiempos: el atractivo de los arrullados palomos, el citado Bedos y una rectilínea Ludivine Sagnier (otrora musa de Ozon en 8 MUJERES  y SWIMMING POOL) y el pleno acierto de una banda sonora compuesta por grandes hits de siempre de la música estadounidense, en esta ocasión de Esther Phillips o Dinah Washington, dos damas indiscutibles del blues y soul respectivamente, también de la divina y su delicioso PERHAPS, PERHAPS, PERHAPS (QUIZÁS, QUIZÁS, QUIZÁS). 

Todo ello aderezado por una fluida y, a la vez, banal dirección de Alexandre Castignetti que, en algunos pasajes, tira de algunos recursos efectivos, como esa pantalla partida que divide a los reencontrados ex enamorados, al estilo precisamente de las comedias de Doris Day, o ese delicado travelling que traslada a la pareja desde una calle parisina a la cama.

Tira también de sofisticación al retratarlos en diferentes situaciones, aunque se ajuste en todo momento a la mayor parte de las reglas y códigos que suelen regir en este tipo de historias, todo hay  que decirlo… para agrado de tantos de nosotros. Qué le vamos hacer, así de convencionales puede que seamos algunos.

Es un exponente del género en su variante chico recupera chica que se disfruta como si fuera una pompa de jabón, sencillito, del todo predecible, intrascendente, pero también agradable. Una frase dicha por la chica bien pudiera resumirla: “Prefiero vivir el peligro con él que tranquila contigo”. 

 

 

 

 

José Luis Vázquez