jueves, 25 de abril
jueves, 25 de abril
Director: Damián Szifrón
Intérpretes: Ricardo Darín, Darío Grandinetti, Leonardo Sbaraglia, Érica Rivas, Oscar Martínez, Rita Cortese, Julieta Zylberberg, Osmar Núñez, Nancy Dupláa, Germán de Silva, María Marull, Marcelo Pozzi, Diego Gentile, María Onetto
Sinopsis: La película consta de seis episodios que alternan la intriga, la comedia y la violencia. Se inspira en los 'Cuentos asombrosos' (1985-1987), serie de televisión creada y producida por Steven Spielberg. Sus personajes se verán empujados hacia el abismo y hacia el innegable placer de perder el control, cruzando la delgada línea que separa lo civilizado de la brutalidad.
Pese a venir precedida de una considerable campaña de marketing, inusual en un producto de estas características y nacionalidad, y del reconocimiento crítico tras su deambular por pases de prensa y festivales, no por ello deja de sorprenderme esta impactante propuesta de allende el Atlántico.
Lo que consigue su director, Damián Szifrón, con este su tercer largometraje, es variar radicalmente tonos y registros anteriores, por ejemplo el de su segundo trabajo, la estimable “buddy movie” TIEMPO DE VALIENTES, ofreciendo toda una demostración de poderío visual y nitroglicerina argumental.
Sirva la misma para que seamos sinceros, ¿quién de nosotros no ha soñado alguna vez dejarse llevar por algún acceso de violencia o ira ante una situación que consideramos injusta? En esto, enlaza con aquélla valiosa película de Joel Schumacher, UN DÍA DE FURIA, protagonizada por Michael Douglas que mostraba el estallido de rabia y violencia que envolvía a un ciudadano desbordado por la cotidianidad machacante y los acontecimientos.
De esto van estos RELATOS SALVAJES, desparramados en seis cortas pero intensísimas historias que destilan mala leche, peor baba, humor muy negruzco, esperpento y un amplio mosaico de la parte más bestia, hiriente y desagradable de nuestros congéneres, de nosotros mismos, del ser humano.
Es difícil que haya alguien que no se identifique con algunas de las situaciones límites aquí expuestas. Otra cuestión es que seamos capaces de controlarlas habitualmente la aplastante mayoría de las veces porque si no el apocalipsis hubiera sobrevenido hace milenios. Lo venimos viviendo diariamente, pero hay contrapesos y algunas buenas gentes que se controlan, o sencillamente, la mayor parte de las veces nos reprimismos, de ahí tal vez que esta raza alimañera hayamos durado tanto. No desde luego habitando en esta ficción, donde todas sus criaturas resultan atroces, demoledoras, sin piedad alguna.
Szifrón maneja cámara y montaje con una habilidad, ritmo y lenguaje de lo más rompedor y potente. Consigue helarme la sangre y divertirme con una risa o sonrisa ahogada, muy para adentro. Me divierto y a la vez me remuevo en la butaca. Me hace cavilar sobre lo terrible y retorcida que puede llegar a ser la existencia. Si no atraviesan un buen momento, no sé hasta qué punto pudiera hacerles bien. Pero bueno, el arte no debería entender de condicionantes para poder disfrutarlo, aunque luego así sea.
Para ello, para transmitirnos sensaciones tan desazonadoras se rodea del “dream team”, de los pesos pesados de la interpretación de su país. De profesionales tan convincentes, creíbles y admirables como Ricardo Darín, Darío Grandinetti o Leonardo Sbaraglia. Estos nunca fallan, constituyen siempre un valor seguro.
Abandono la sala benditamente confundido, entre mosqueado y de lo más complacido. Pero he de confesar que me lo he pasado fenomenal. Y de eso se trata el cine ¿no?, que te remueva cosas y te provoque saludable perplejidad, excitación, enganchón. Como es el caso.
José Luis Vázquez
