viernes, 26 de abril

Ciudad Real

Visita nuestra página en Facebook Síguenos en Twitter Síguenos en Instagram Síguenos en YouTube
Buscar
Logotipo de Ciudad Real Digital

Estreno en Royal City

Compartir en Facebook Compartir en Twitter Imprimir crítica

La casa torcida ()

Director: Gilles Paquet-Brenner

Intérpretes: Glenn Close, Terence Stamp, Christina Hendricks, Gillian Anderson, Max Irons, Stefanie Martini, Amanda Abbington, Julian Sands, John Heffernan, Roger Ashton-Griffiths, Christian McKay, Honor Kneafsey, Preston Nyman, Jenny Galloway, David Cann

Sinopsis: Aristides Leónides es el patriarca de una adinerada familia de origen griego que será asesinado poco después de que su nieta presente a la familia a su prometido, hijo de un detective de Scotland Yard, que será quien deberá resolver el crimen. Adaptación de la novela de Agatha Christie. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 3 estrellas

Acometió más riesgos el brillante cineasta –también actor- irlandés Kenneth Branagh en su reciente adaptación de ASESINATO EN EL ORIENT EXPRESS que los emprendidos por el tan solo correcto (lo mejor suyo hasta la fecha continúa siendo LA LLAVE DE SARAH) parisino Gilles Paquet-Brenner con esta otra adaptación de Agatha Christe popular igualmente, pero ni mucho menos tan conocida como aquella.

Este último no ha querido correr riesgos, ha optado por lo seguro, por una recreación típica y tópica del mundo de la célebre escritora inglesa, solo que esta vez no están por medio ni el inefable Hercules Poirot ni la no menos perspicaz y entrañable señorita Marple. Es un más bien soso detective emparentado con Scotland Yard, el encargado de investigar aquí el misterio. Por cierto, a idéntica altura se encuentra el actor encargado de encarnarlo, Max Irons, hijo del gran Jeremy, 32 años, modelo. Como figurín puede dar el tipo, pero no mucho más en esta ocasión.

En cambio, da gusto reencontrarse con veteranos del calibre, del fuste de Glenn Close o Terence Stamp (inolvidable forever COLECCIONISTA). También me resulta grata la elegante y distinguida belleza de la joven Stefanie Martini. Resultan curiosas las aportaciones de Gillian Anderson (EXPEDIENTE X), Julian Sands y Christina Hendricks como, respectivamente, una madre frívola y ociosa, hijo heredero despechado y una ex cantante curvilínea de Las Vegas, joven esposa del finado (por el que se desencadena la investigación).

Como en la de ORIENT EXPRESS, para el conocedor del desenlace, de quién es el asesino, perderá buena parte de su gracia, pero aun así podrá recrearse con su ambientación de grandes mansiones y personajes de aparentes buenas maneras, puestas en cuestionamiento inmediatamente, ya varios de ellos ni tan siquiera tratan de ocultar lo que esconden debajo de sus atildados modales. Me refiero a rencillas, codicias y otras debilidades humanas.

Su mayor inconveniente es que la intriga es un tanto mecánica. No ofrece ningún instante imaginativo o algún momento verdaderamente inspirado.

Puede resultar aburridilla o algo insípida en algún tramo, pero en general, es un entretenimiento de baja intensidad que se deja ver con relativa complacencia, en especial para los seguidores o amantes de este tipo tan concreto de asuntos. En este caso lo previsible no es signo de distinción, aunque tampoco de excesivo reproche.

Corrientita, corrientita.

 

José Luis Vázquez