jueves, 28 de marzo

Ciudad Real

Visita nuestra página en Facebook Síguenos en Twitter Síguenos en Instagram Síguenos en YouTube
Buscar
Logotipo de Ciudad Real Digital

Estreno en Royal City

Compartir en Facebook Compartir en Twitter Imprimir crítica

La muerte de Stalin ()

Director: Amando Ianucci

Intérpretes: Steve Buscemi, Olga Kurylenko, Andrea Riseborough, Jason Isaacs, Paddy Considine, Jeffrey Tambor, Michael Palin, Rupert Friend, Simon Russell Beale, Paul Whitehouse, Dermot Crowley

Sinopsis: La noche del 2 de marzo de 1953 murió un hombre. Ese hombre es Josef Stalin, dictador, tirano, carnicero y Secretario General de la URSS. Y si juegas tus cartas bien, el puesto ahora puede ser tuyo. Una sátira sobre los días previos al funeral del padre de la nación. Dos jornadas de duras peleas por el poder absoluto a través de manipulaciones, lujurias y traiciones.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 2 estrellas

Venía estupendamente avalada, tanto por crítica como por reconocimientos varios, esta sátira política británica, pero mi decepción es mayúscula.

Conste en acta que iba con la mejor disposición, no tanto por ello como porque me atraía el asunto y el hecho de que le haya tocado las narices al homófobo e impresentable Vladimir Putin y a su politburó/lacayos/siervos (es la peor reencarnación posible del zarismo, fascismo y bolcheviquismo juntos: no me negarán que la mezcla es explosiva).

Pero el chasco se produce prácticamente desde su inicio. En los primeros minutos ya olfateo que lo que voy a ver no es de mi agrado. Demasiados nombres y acontecimientos agolpados, todo ello servido por un ritmo muy atropellado y expendido mediante un humor pedestre, calificativo este último perfectamente utilizado por el colega –de Fotogramas- Jordi Batlle Caminal y que si me lo permite, asumo también como mío.

Y lo peor ya no es eso, siendo un punto bastante importante y siempre teniendo en cuenta que el registro que toca no necesariamente tiene que ir asociado a la carcajada o al estruendo. Tal vez lo más lamentable resulte lo pesada y cargante que me resulta. Me aburre infinito.

Baraja demasiados datos y circunstancias históricas dentro de lo que es el hecho concreto citado por el título, que en el común de los espectadores –entre los que esta vez me encuentro, todo depende, ya saben- tal vez pueda provocar dispersión y confusión. Yo al menos me pierdo en la maraña de abundantes personajes de brocha gorda y cargos aquí manejados.

Además, no tiene gracia ninguna, me quedo perplejo ante la diversión que muchos críticos proclaman. Claro, que lo mismo podrían decir ellos, de algunas obras que yo defiendo.

En fin, voy a ser fiel a lo prometido para este fin de semana y tratar de que mis críticas apenas sobrepasen el folio. Tampoco tengo mucho más que decir. Es posible que la haya visto un día en el que no me sentía muy descansado. Da igual, en esta ocasión no pienso repetirla para comprobarlo. No me apetece. Y es que según se van cumpliendo años, el tiempo resulta aún más valioso, más oro impagable.

Por destacar algo, valoraría su reparto encabezado por el gran Steve Buscemi, pero ninguno de los que salen lega nada para el recuerdo. Todos me parecen histriónicos, excesivamente caricaturescos y desaforados. Admito que el doblaje en español esta vez contribuya lo suyo a esa impresión.

Lástima que su director, Armando Ianucci, no haya vuelto a dar en la diana. Me pasó con él algo parecido con su aclamada IN THE LOOP.

A quien corresponda… y eso que inicialmente pensaba que yo iba a estar incluido en el epígrafe. Ya ven como es la vida.

José Luis Vázquez