viernes, 19 de abril

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Estreno en Royal City

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La forma del agua ()

Director: Guillermo del Toro

Intérpretes: Sally Hawkins, Doug Jones, Michael Shannon, Octavia Spencer, Richard Jenkins, Michael Stuhlbarg, Lauren Lee Smith, David Hewlett, Nick Searcy, Morgan Kelly, Dru Viergever, Maxine Grossman, Amanda Smith, Cyndy Day, Dave Reachill

Sinopsis: Elisa (Sally Hawkins) es una joven muda que trabaja como conserje en un laboratorio en 1963, en plena Guerra Fría, donde se enamorará de un hombre anfibio (Doug Jones) que se encuentra ahí recluido. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Imaginad a un mágico director de cine que ha hecho siempre mágicas películas pero que aquí ha alcanzado su culminación. Alguien enamorado irremisiblemente del Hollywood más dorado y de los monstruos, de la serie B y de los personajes marginales. Que por fin se ha sentido plenamente cuajado y satisfecho… y así nos lo ha transmitido a los demás, a mí al menos. Y que ha concebido su bellísimo y feliz vástago desde el necesario, en este caso supremo talento, con “las vísceras a flor de piel”.

Imaginad qué de la febril, proteínica y creativa mente de ese encantador prestidigitador, de ese hechicero fílmico llamado Guillermo del Toro, surge una historia de corazones solitarios como pocas veces he visto en pantalla.

Imaginad que lo parido rinde el mejor tributo posible y una apasionada oda al mismo amor y al Séptimo Arte.

Imaginad la más delicada, poética, sutil y fabuladora diatriba contra la intolerancia, el racismo, la homofobia, el sexismo, las hipócritas convenciones sociales, el autoritarismo, lo establecido porque sí. A cambio, le perdono que se meta con los bajitos, con lo supuestamente atravesados que somos.

Imaginad un cuento de hadas tradicional y moderno a la vez, que resulta insólita, elegante y refulgentemente explícito en lo sexual, tanto en los apartes de ella como en la definitiva unión de esos dos seres tan engañosamente opuestos.

Imaginad el mito de Tántalo plasmado con originalidad e imaginación.

Imaginad un encendido, un flamígero canto al diferente, a la ternura, a la comprensión y a la aceptación del otro.

Imaginad que la aparente bestia aterradora, tan solo aparente, está contemplada con ánimo redentor.

Imaginad un paraje cálido en exteriores e inhóspito en interiores, mientras la Guerra Fría se encuentra en todo su apogeo.

Imaginad que esta compasiva y asombrosa obra apuesta decididamente por los seres humanos por encima de ideologías, países y cerrazones mentales.

Imaginad el poético encuentro entre inadaptados, marginados. Entre una adorable limpiadora muda y un monstruo necesitado de afecto (ya lo había dicho Marilyn Monroe en LA TENTACIÓN VIVE ARRIBA), que tan solo buscan darse mutua protección y un refugio afectivo, sentimental, duradero.

Imaginad que en su propuesta caben casi todos los ingredientes y géneros posibles: el romántico, el “thriller”, el melodrama, la comedia, incluso cierto “gore” de marca propia pero extremadamente refinado, seres sobrenaturales, espías, gatos, el musical…

Imaginad que su "timing", su ritmo es tan alado como precisamente el mejor de los musicales míticos, como los de Stanley Donen sin ir más lejos. Y que la cámara de del Toro baila al son que sus personajes marcan.

Imaginad que constantemente se evocan presencias de aquella irrepetible Fábrica de Sueños establecida en Los Ángeles, no la de los más grandes, algo que podría sonar a pretensión, impostura o fanfarria sino a la de otras entrañables, desde Shirley Temple a Alice Faye, pasando por Betty Grable o Carmen Miranda.

Imaginad que sus principales citas fílmicas corresponden a maravillosos títulos de la serie B, sobre todo esa perla de la ciencia-ficción titulada LA MUJER Y EL MONSTRUO de Jack Arnold, máxima fuente de inspiración (no hay que ver más que el diseño del bicho humanoide). O a mini clásicos bíblicos como la deliciosa LA HISTORIA DE RUTH o la fiestera MARTES DE CARNAVAL MARDI GRAS en el cartel que anuncia el programa doble original).

Imaginad que de fondo se escuchan músicas tan envolventes, reconocibles y emblemáticas de una época muy concreta como A SUMMER PLACE, CHICA CHICA BOOM, BABALU, LA JAVANAISE o esa SHENANDOAH utilizada tantas veces por el maestro John Ford.

Imaginad una música maravillosa surgida de un compositor de notas sublimes, Alexander Desplat.

Imaginad una luminosa actriz que no es precisamente un bellezón pero que acaba pareciendo la mujer más hermosa del mundo. Cuánto y bueno me ha hecho disfrutar hasta la fecha Sally Hawkins, tanto como la hermana paleta de Cate Blanchett en BLUE JASMNE o como la tenaz y adorable pintora artrítica de MAUDIE, EL COLOR DE LA VIDA.

Imaginad un malo malísimo, letal y perverso, que no da tregua alguna ni a la pareja ni a quien se le ponga por delante. Vamos, como los de antes, un malo de los de verdad, escalofriante. Ponedle la cara y el cuerpo de Michael Shannon.

Imaginad personajes tan amistosos como un bondadoso científico ruso, una lúcida y amistosa compañera de trabajo afroamericana y un veterano pintor homosexual (respectivamente unos espléndidos Michael Stuhlbarg, Octavia Spencer y Richard Jenkins). Y, por supuesto, la criatura, encarnada febril e inmejorablemente por Doug Jones.

Imaginad que lo que estáis viendo no quisierais que finalizara nunca.

Imaginad que, esto es intransferiblemente personal, me encuentro definitivamente ante la película del año, de la temporada, de los Oscar y desde ya mismo una de las de mi vida. Como el año pasado lo fue al instante LA LA LAND.

Imaginad, no, mejor dicho, creed que pienso repetirla en el futuro todas las veces que me sea posible. Seguro que nunca dejará de hacerme bien, que me convertirá en mejor persona, me entretendrá ad infinitum y nunca me cansará, me hará reflexionar, me emocionará, me arrebatará, me lo hará pasar fenomenal, me hará por siempre feliz.

Millón de gracias encantador hechicero, señor del Toro. Nunca pensé que por dedicarse al “fantastique” le iban a otorgar jamás un Oscar, aunque de los tres chicos de oro mejicanos siempre he pensado que eras el de más impresionante talento, aun resultando muy valiosos los otros dos (Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu). Ahora sí lo creo firmemente, es más de no ser así estaría dispuesto a batirme en duelo con cada uno de los miembros de la Academia.

Aunque hasta la fecha mis favoritas suyas eran –por este orden- LA CUMBRE ESCARLATA, EL LABERINTO DEL FAUNO (producida en España) y MIMIC, absolutamente todas las obras que jalonan su filmografía me chiflan, desde la inicial –única rodada en su país de origen- CRONOS hasta PACIFIC RIM, pasando por BLADE 2, EL ESPINAZO DEL DIABLO (el otro largometraje rodado bajo pabellón hispano) o las dos estupendas, estimulantes entregas de otro de sus –y ms- queridos y marginales monstruos, de HELLBOY.

Solo diré una cosa más: no se la pierdan por nada del mundo. Y, a ser posible, escúchenla en versión original con subtítulos (para quien no los necesite, constituirá una bendición mayor).

Y siempre, siempre… Imaginad a un hombre anfibio y una chica incapaz de articular palabra alguna pero sí de transmitir los más bellos sentimientos, que puede que estén juntos por siempre jamás en algún recóndito y acuático lugar (no es spoiler).

José Luis Vázquez