sábado, 20 de abril

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Estreno en Royal City

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Dos mujeres y un amor ()

Director: John Cromwell

Intérpretes: Cary Grant, Carole Lombard, Kay Francis, Charles Coburn, Helen Vinson, Katharine Alexander, Jonathan Hale, Nella Walker, Alan Baxter, Maurice Moscovitch, Peggy Ann Garner, Spencer Charters

Sinopsis: Julie Eden (Carole Lombard), una joven viuda que tiene una hija, trabaja como dibujante publicitaria. Un día, conoce al rico y apuesto Alec Walker (Cary Grant), que está unido a la pérfida Maida (Kay Francis) por un matrimonio de conveniencia que lo hace muy desgraciado. La felicidad de Alec depende de conseguir el divorcio y casarse con Julie. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

En 1939, momento en el que está fechada esta producción estadounidense, todavía no habían llegado en la carrera del excelente cineasta John Cromwell algunos de sus mejores trabajos (y éxitos), tales como DESDE QUE TE FUISTE, SU MILAGRO DE AMOR, EL HIJO DE LA FURIA, CALLEJÓN SIN SALIDA, SIN REMISIÓN o EL SOBORNO. Pero ya contaba en su amplia filmografía con títulos tan reconocidos como CANCIÓN DE AMOR, EL PEQUEÑO LORD, JALNA, la primera versión sonora de EL PRISIONERO DE ZENDA (copiada casi literal y brillantemente por Richard Thorpe en la versión en color de 1952), MÍSTICA Y REBELDE o ARGEL.

Justo el mismo año que DOS MUJERES Y UN AMOR (IN NAME ONLY) había rodado con idéntica protagonista femenina, Carole Lombard, un impecable melodrama, como lo también es este, pero de sesgo judicial, EL LAZO SAGRADO. También repitió el gran secundario Charles Coburn, como padre engañado del protagonista.

Inscribible en idéntico género, aquí nos encontramos con un triángulo amoroso en toda regla, conformado por Lombard, un Cary Grant algo más serio de lo habitual (aunque sin dejar de recurrir a alguno de esos brotes humorísticos tan característicos suyos) y con la hoy en día olvidada pero siempre magnífica Kay Francis. Por cierto, su intervención fue debida a una imposición de la primera para echarle un cable en su alicaída carrera.

Los tres componen sendos personajes prototípicos, muy delimitados y definidos, de lo más intensos. Él es un millonetis marido  y ellas son, respectivamente, una angelical viuda que supone un alivio para el primero y una esposa francamente arpía, acaparadora y soberbia.

A los tres los dirige Cromwell con exquisitez, tacto, elegancia y sensibilidad. Cada vez que están en escena alguno de ellos o juntos consiguen que la temperatura dramática alcance sobresalientes vuelos.

Tal vez hoy en día no se sea consciente de su importancia, pero en su época resultó atrevida por abordar las relaciones matrimoniales fallidas y reivindicar el divorcio como instrumento para alcanzar la felicidad, o al menos una cierta y puntual dicha.

También muestra como las apariencias pueden engañar, como hay personas que esconden sus aviesas intenciones bajo capas aparentemente amables, bondadosas pero en cualquier caso de manera engañosa y manipuladora. Al respecto, Francis borda su papel. Igualmente trata de poder desarrollar un verdadero amor en condiciones adversas.

En todo momento ofrece un poder de convicción al que resulta casi imposible sustraerse. Atrapa y engancha.

Quiero aprovechar la ocasión para reivindicar la figura de una actriz tan carismática, glamourosa y formidable como la malograda Carole Lombard, fallecida con tan solo 33 años en accidente de aviación, cuando se encontraba en la cúspide de su carrera y de su matrimonio con “the king” Clark Gable. Le daría tiempo a dejar casi 40 títulos, varios tan memorables como SER O NO SER, AL SERVICIO DE LAS DAMAS, LA COMEDIA DE LA VIDA, LA REINA DE NUEVA YORK, CANDIDATA A MILLONARIA, la citada EL LAZO SAGRADO, BOLERO, NOCHE DE ANGUSTIA o MATRIMONIO ORIGINAL.

José Luis Vázquez