El pasado domingo en Calzada de Cva, coincidiendo con la jornada de clausura del I Festival Internacional de Cine se le otorgó un merecido homenaje a una persona asociada indefectiblemente al Cine: PACO BADIA. José Luís Matas Negrete, ciudadrealeño reconocido también en esta gala, fue el encargado de hacerle entrega de este premio que reproduce sobre acero cortén el perfil de Pedro Almodóva a tamaño natural y que fue a la vez motivo del cartel del Festival. Ambos se fundían en un abrazo que era acompañado de un caluroso aplauso de quienes acudieron a esta cita generando una atmósfera emotiva. Desde el patio de butacas se dirigió a los asistente el galardonado expresando su agradecimiento que calificaba como "una de las máximas satisfacciones que he recibido desde que en los años 50 empezaran mis contactos con esta maravilla que es el cine”.

En el pasado artículo nos recreábamos sobre este Festival de exquisita programación y al que deseamos continuidad. Ya nos citábamos con nuestros lectores en que dispensaríamos nuestro modesto, pero muy sincero reconocimiento a FRANCISCO BADÍA YÉBENES a quien pudimos felicitar personalmente y que nos ofreció algunas palabras.

Nacía en una España gris (Ciudad Real. 1940) donde las películas aún eran en blanco y negro. Vivió el Technicolor, vive el 3D y sigue dispuesto a vivir cuanto el cine sea capaz de ofrecerle. "El cine seguirá siendo mi vida. Aspiro, y estoy seguro, que el cine me seguirá deparando entretenimiento". Cumple 75 años, pero ante la pantalla se comporta como un niño, ávido de experimentar, abierto a la sorpresa y a los sentimientos, dispuesto a seguir teniendo como compañero de su viaje vital a su inseparable compañero; EL CINE.

FRANSCISCO BADIA YEBENES cursó sus primeros estudios en "los marianistas" donde se ya hace pública su pasión por el cine gestando el pionero cine club de nuestra provincia "Alarcos". En Madrid cursa estudios en la Complutense de Matemáticas y Arquitectura, obteniendo finalmente su titulación como aparejador. Todo lo simultanea con sus actividades en el cine club de la universidad y estudios en el Instituto de las Artes Cinematográficas.

Pronto su actividad profesional se encaminó hacia el mundo del cine con su incorporación en 1961 a la "Samuel Bronston Productions" en el departamento de publicidad y posteriormente en el de localización de exteriores interviniendo en rodajes míticos “El Cid”, “5 Días En Pekín” o “La Caída Del Imperio Romano”. Se trata de un etapa de mi vida, conocida por poca gente, en la que estuve muy implicado directamente en el rodaje de películas. Eran los primeros años 60 donde estuve a junto quien considero mi maestro Anthony Mann, que fue quien me enseñó cine. Fue un periodo corto que lo recuerdo con un gran cariño". La quiebra de esta empresa le sitúa en la plantilla de comentaristas de la revista “CineStudio”, junto a Carlos Losada, Carlos Pumares, José Luis Garci o Antonio Feito entre otros.

Su retorno a Ciudad Real se produce a finales de los sesenta participando en la puesta en marcha del "Cine Club Juman", las primeras Jornadas de Orientación Cinematográfica, las Selecciones Cinematográficas del Cine Castillo. Semanas de Cine y Monografías sobre diferentes géneros, siendo pionero en la exhibición en la capital de películas en versión original. Colaboró en la puesta en marcha de diferentes Cine Clubs en localidades de nuestra provincia. En 1.990 se retoma el Cine Club Juman que se convertirá en el Cine Club Municipal y funcionará hasta el 2.012. Ha desarrollado durante varios veranos sesiones en el Patio del Museo López Villaseñor y Profesionalmente ha escrito y dirigido el cortometraje- “Los Toros y Los Medios De Comunicación”-  y el mediometraje “Jesucristo en el Cine”. Su presencia fue continuada en diferentes medios de comunicación: “La Voz De Ciudad Real”, "Radio Nacional de España", "Tele Onda" o "CRN" donde cerró su etapa profesional activa hasta 2.008.

Su singular estampa con ese tono y ritmo de voz tan peculiar, su carácter tan personal y su característico andar con su inseparable bastón nos ha acompañado durante décadas quedando asociada de modo indefectible al cine, como así mismo al mundo de los toros o a la Semana Santa. Y ello es, porque siendo un hombre de cine, ha de ser considerado por extensión un hombre de cultura.

Una persona de estas características no puede permitirse, ni se le puede permitir su retirada de la actividad pública, y aunque de modo más tranquilo su labor de promoción del cine se mantiene mediante conferencias, comparecencias en medios y se le siente cerca o en todo aquello que destile aroma a cine. Nos ofreció al terminar nuestra conversación su opinión sobre el actual momento que vive el cine: El cine está cambiando a pasos agigantados. Los costes complican el desarrollo tradicional de la industria con sus tradicionales retornos económicos. A la gente del cine le está costando cambiar de mentalidad. El cine se sigue viendo. Ahora se ve más cine que nunca, pero se ve menos en las sala y mucho más en casa. Está por ver el modo en que se resuelve esta situación.