sábado, 27 de abril

Ciudad Real

Visita nuestra página en Facebook Síguenos en Twitter Síguenos en Instagram Síguenos en YouTube
Buscar
Logotipo de Ciudad Real Digital

Barricada Cultural

 

In memoriam

por Mercedes De Miguel González

Imprimir noticia

Dice la canción que cuando un amigo se va algo se rompe en el alma.

Hace unos días nos ha dejado Jazz. Estoy segura de que él no quería hacerlo, pero 13 años para un pastor belga son demasiados. Sabíamos que ocurriría un día u otro, mas la tristeza por su pérdida no es menor por tal motivo. Jazz fue para nosotros más que un perro; era un integrante imprescindible de la familia. Para Mon y para mí, un hijo. Para Silvia, un hermano.

Su ausencia se nota y duele mucho. Yo no tengo compañero para pasear por el monte. Silvia siente vacía su alcoba ahora que él no está para bostezar con aburrimiento mientras ella estudia. Mon echa a faltar ese recibimiento siempre entusiasta al llegar a casa.

Jazz fue nuestro amigo y mucho más. Era tan inteligente que hasta escribió sus memorias («Mi nombre es Charles, Black Fox Charles»), que pronto verán la luz. Al lector le recomiendo que se haga con un buen alijo de pañuelitos de papel (o incluso con una sábana) porque al principio se morirá de risa y luego llorará a moco tendido. En cualquier caso, las va a necesitar.

Soy consciente de que no todo el mundo entiende estas cosas. Peor para ellos, porque no saben lo que se pierden si nunca han tenido la oportunidad o las ganas de convivir con un ser tan leal y cariñoso como un perro.