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Barricada Cultural

 

Venderse para ser

por PL Salvador

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Hablo de memoria. El 15 de abril de 2017 publico un artículo titulado ʽFacebookʼ. El tenor José Luis Luri, que también escribe, investiga y reflexiona, lo lee y comenta:

«El sillar más bello y mejor trabajado de una catedral suele estar fuera del ángulo visual del visitante. Pero ahí está. Debe de ser glorioso ―añade― escribir como un querubín y que los capullos no te lean».

No se ven muchos comentarios de este tipo en Facebook. Obsérvese el contraste entre «querubín» y «capullos». Obsérvese también el contraste entre la primera y segunda frase.

La primera frase nos dice con gran precisión que no encontrarás quintaesencias sin buscarlas, que no están en la mesas de novedades de las librerías, que no te las ponen delante de las narices.

La segunda frase es corta y contundente: ratifica lo ya dicho: que las quintaesencias hay que buscarlas.

La tercera frase es sublime. El querubín y los capullos. Y lo glorioso. Que no te lean. Pues sabido es que los capullos no tienen sensibilidad. Ni criterio. Los capullos: a lo más que llegan es a dejarse mecer (o zarandear [que cada cual elija el verbo según su gusto]) por el viento editorial.

El escritor, que debería beber soledad (sin gas), o como dijera Chirbes: «Creo que para escribir es necesario un cierto aislamiento, porque te permite mirar desde tu punto de vista, sin demasiada contaminación».

El escritor, que debería comer perfeccionismo (sin salsa [de ningún tipo]), o como dijera Chirbes: «Es la búsqueda de la frase justa, aquella que expresa eso que no sabemos lo que es y que solo la literatura consigue capturar, por eso un libro no es un tratado de sociología, ni de medicina. Una novela es otra cosa, porque puede definir en una sola frase aquello para lo que un tratado necesita todo el libro».

El escritor, que debería ser sillar oculto, es ahora (por decreto editorial): relaciones públicas, viajante de comercio, orador (a lo peor charlatán), publicista, cómico (qué triste una presentación sin risas), periodista, figura pública.

El escritor convertido en un producto más importante que su propio libro. «O haces todo esto o no vendes», dice la editorial (¿dictatorial?). O como dijera Constantino Bértolo en ʽLa cena de los notablesʼ: «Nos movemos en una situación que encuentra sus premisas en un terror de baja intensidad pero de larga onda expansiva, que condena al ostracismo y amenaza con un constante estado de desaparición a quien no participe, legislando que quien no participa no difiere, simplemente no existe».

 

Enlace al artículo: http://www.ciudadrealdigital.es/barricada-cultural/1307/Facebook

Enlace a las declaraciones de Rafael Chirbes:

http://www.sinpermiso.info/textos/el-pas-apesta-a-franquismo-por-todos-lados-entrevista

 

Foto: literaturabasura21.blogspot.com