martes, 23 de abril

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Barricada Cultural

 

Los últimos días de Adelaida García Morales (Elvira Navarro)

por PL Salvador

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Los libros de Elvira Navarro siempre nos ofrecen algo nuevo. En este, la autora homenajea a una escritora olvidada ―a todos los escritores olvidados―, y analiza su sentir hacia dicha autora, hacia la sociedad que fue testigo de sus últimos días. Se trata, a mi entender, de un libro íntimo escrito desde la distancia.

Podría escribir una reseña más, pero me nace otra cosa: ponerme la piel de la autora, experimentar.

Me visto de Elvira Navarro. Quiero escribir una novela inspirándome en Adelaida García Morales. Me pregunto: ¿cómo he de hacerlo? Lo pienso día tras día, mientras leo, y al terminar tengo la respuesta: la escribiré como ella la hubiera escrito, para ella: convertiré a Adelaida en un personaje ausente.

Quiero, de alguna forma, rendirle el homenaje que no tuvo. Pero no quiero homenajearla pomposamente. Tampoco quiero hipocresías. Ni siquiera quiero delicadeza. Lo que quiero es homenajearla desde la realidad. Desde la sinceridad. Intentaré mostrar su verdad. Su esencia.

No narraré en primera persona. Demasiado íntimo. Este homenaje debe ser átono, testimonial, reflexivo. También será un homenaje plural. Dedicado a todos los artistas olvidados. Me identificaré con ella, me estudiaré a través de ella, construiré algo que nos contenga a las dos.

Sí narraré en clave de ficción. Adelaida será mi musa. Su esencia impregnará el texto. También la mía. Mi tercera persona me permitirá acercarme a la autora que me subyugara. Me permitirá explorar nuestra femineidad. Nuestro vínculo. Lo que no pudimos compartir.

La prosa ha de ser austera, directa, rotunda. El tono: crudo, gráfico, incisivo. Hablaré de los vicios personales, de la deshumanización, de las miserias sociales. Los personajes serán cotidianos: la de las horquillas naranjas, la rubia, el psiquiatra, la concejala, la realizadora.

Me nace contar lo que siento. No me nace escribir para otros. Ahora, en este momento, mientras escribo estos propósitos, miro una foto de Adelaida. En esta foto, Adelaida me mira, y su mirada tiene mucha fuerza. Es una mirada dura pero sincera. Es una mirada que intimida. Una mirada de verdad.

El libro contendrá ficción y realidad. Cuando lo termine, será difícil separarlas. El lector debe entender que Adelaida es el origen, la inspiración, el porqué. No voy a escribir una biografía. Ni siquiera una biografía novelada. Adelaida no será protagonista.

Adelaida será numen.